lunes, 26 de marzo de 2018

El arte en Galicia comienza tarde, pero se consolida.

El arte en Galicia comienza tarde, pero se consolida.

Hemos de esperar a después del Siglo de Oro para ponernos por primera vez en el mapa artístico
.
Por Enrique Gómez, publicado en Artistas españoles.

En la actualidad hay público en las exposiciones, sensibilizado por las artes plásticas, que acude con entusiasmo y emite comentarios diversos.
Hoy nos honramos en hablar sobre el arte en Galicia, dando constancia de la gran tarea realizada, de forma importante, por tres de sus artistas más internacionales de todas las épocas: Antonio de Puga, Fernando Álvarez de Sotomayor y Diego de Giráldez. Con ello pretendo rendir homenaje a estos innovadores que a través de los siglos, en distintas épocas, supieron y saben poner a Galicia en el mapa de la plástica universal.
Ellos nos han legado a la presente y a las futuras generaciones un capítulo muy importante en la historia que se ha de escribir sobre el arte en Galicia.
De Galicia, podríamos hablar de piezas que se conservan del paleolítico, en distintos museos. Podríamos hablar del “Guerrero Galaico”; del Salvador románico; etc., o de algunas pinturas del Románico; del Gótico, como la pintura que se conserva en el presbiterio de la Iglesia de Vilar de Dones; podríamos hablar incluso de la arquitectura, pintura o escultura de distintos siglos o de los discípulos de los grandes maestros: Velázquez, Pedro de las Cuevas, ….. . Podríamos dedicarle algún espacio a las tres generaciones que se dieron entre los siglos XIX y XX o de toda la diversificación de “Ismos”…..; o de lo que dieron en llamar “renacer” de la pintura gallega, allá por los años 20 y 30 del pasado siglo XX (algunos la titularon “evolución de la pintura gallega” cuando nos hablaban de “singularidad” o de la voluntad identitaria en las obras costumbristas o de carácter social que desde las raíces nacionales nos mostraban en sus cuadros y que dieron fama a nombres dentro de una pintura regionalista popularizada en Galicia, podemos nombrar a: Castelao, Seoane; Fernández Mazas; Virxilio Blanco; Colmeiro; Torres; Maside; Souto; Laxeiro; Francisco Miguel; Luis Huici;……; incluso otros que “mamaron”, porque eran jóvenes como Seoane, o que evolucionaron adaptándose a la realidad de los lugares donde vivieron en períodos de entreguerras europeas o en la posguerra civil española: Arturo Souto; Eugenio Granell; Ángel Botello; Maruja Mallo; con un cariz más internacional). También podríamos hablar de los prematuramente fallecidos: Ovidio Murgía; Vaamonde; Parada Justel; Jenaro Carrero; ….; o de aquellos fallidos movimientos, seguidores del expresionismo alemán de los años 60 del pasado siglo. “Atlántica” fue un movimiento que intentó imponerse, con ayuda de los medios de comunicación locales y poco especializados, en la Galicia de los 80. Se autodenominaban la vanguardia en el arte con el eslogan “A nova vanguardia do arte galego”, en cuyo eslogan sobraba lo de “novo” puesto que si es vanguardia se dá por hecho y lo de “galego” puesto que el arte es universal. No obstante “Atlántica” intentó ser un movimiento artístico gallego, surgido a principios de la década de los ochenta, que recogiendo la “línea” del expresionismo alemán de 20 años antes, “tenían la intención de crear un arte de carácter internacional”.
Todo eso está muy bien, por el medio aparecen ciertos nombres que consiguen relevancia a nivel local, regional o grupal.
La verdad de nuestra historia del Arte, en Galicia, la podríamos sintetizar en que tuvo llegar el orensano Antonio de Puga (1602 – 1644) para revolucionar el arte en Galicia, consiguiendo, merecidamente el puesto más destacado durante siglos. Aunque algunos historiadores dicen que fue posteriormente con la llegada de Juan Antonio García de Bouzas (1680-1755) –que fue un pintor barroco, según Ceán Bermúdez, natural de Galicia y discípulo en Madrid de Luca Giordano y la formación de su taller compostelano de pintura, en la primera mitad del siglo XVIII -, cuando se puede hablar del nacimiento de la o de una escuela de pintura gallega.
Posteriormente tuvimos que volver a esperar años, pero con el tiempo aparece un pintor universal, el ferrolano, Fernando Álvarez de Sotomayor (1857 – 1960), excelente pintor, gran artista, dotado como pocos para la creación artística y que podemos considerar como el segundo o tercer gran revulsivo del arte en Galicia.
Luego nos toca volver a esperar otro tiempo considerable para que aparezca el pintor y escultor, Diego de Giráldez, otro artista universal,  para que revolucione el arte con la creación de su movimiento “Realismo NAS” y ponga de nuevo a Galicia en el circuito universal.

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